Puños levantados

Dos contingencias han pasado hasta el día de hoy. Viajo esta vez como copiloto y veo a través de la ventana empañada el paisaje desolador. Llego al puesto y la perspectiva cambia, cubre bocas, cascos, chalecos y puños levantados dando indicaciones precisas, maximizando los sentidos de alerta, renace la esperanza, ésta es mi gente. Taquicardia. Esperamos… esperamos… esperamos… falsa alarma.

CDMX, México. Septiembre de 2017.

“I never live alone, I never walk alone.
My posse’s always ready
And they’re waitin’ in my zone”
(Louder Than a Bomb, Public Enemy).

Dos contingencias han pasado hasta el día de hoy. Viajo esta vez como copiloto y veo a través de la ventana empañada el paisaje desolador. Llego al puesto y la perspectiva cambia, cubre bocas, cascos, chalecos y puños levantados dando indicaciones precisas, maximizando los sentidos de alerta, renace la esperanza, ésta es mi gente.
Taquicardia. Esperamos… esperamos… esperamos… falsa alarma.

Aprovecho cada instante, cada oportunidad para satisfacer la necesidad de tener en la mente algún contexto musical, por eso escribo, esperando que comprendas lo que hasta ahora me ha mantenido fuerte como el corazón de cada persona que vive en esta ciudad. Mientras observo pendiente a cada instrucción, voy a llevarte al otro lado del mundo. Suena en este momento el álbum que, sin querer, ha dejado huella en mi memoria, quiero que te enamores, al igual que yo.

Puños levantados

De inicio, me hicieron recordar a Melanie Safka, cantante de folk que actuó en el Festival de Woodstock de 1969 y que ha dejado una bella reinterpretación de “Ruby Tuesday”, de The Rolling Stones; y “I Will Survive”, de Gloria Gaynor. Se trata de tres tipos originarios de Byron Bay, Australia: Angus Dowling, Kool Breeze and Dr. Elliot Love-Wisdom, llamados The Babe Rainbow, que también da nombre a la canción incluida en el álbum “The Four Sides of Melanie” de 1972, producido bajo el sello hippie de Buddah Records. Con su notable influencia, la portada llena de colores simula el efecto visual del cerebro bajo alguna sustancia de aquella época; escuchar los ritmos de pop psicodélico donde los bongoes, las maracas y hasta un sitar hacen que los días soleados bien valgan la pena. Producido por Stu Mackenzie de “King Gizzard and the Lizard Wizard” y traído físicamente por “30th Century Records”, nada más y nada menos que la disquera de “Danger Mouse” (Daniele Luppi y Autolux son parte del catálogo). El disco nos da un enfoque filosófico de la vida vista a través de un caleidoscopio, buena vibra e historias que, según los integrantes, son parte de los colores del arcoíris. Para terminar, no puedo dejar pasar la parte visual del proyecto; este trío hace equipo con el fotógrafo y director Sam Kristofski, quien ha estado al frente en un par de videos (“Planet Junior” y “Johny Says Stay Cool”); así mismo, el grupo ha musicalizado en vivo el soundtrack de “Rare Bird” (Surf Film).

Puños levantados

Ahora está completo el rompecabezas, corre y escucha la asombrosa ejecución de este afable disco. Te escribo ahora que descanso; te escribo a ti, de quien no sé nada; te escribo, como principio de una historia; te escribo, como refugio a mi memoria. Suenan las alarmas. Es hora de entrar en acción…

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