El ojo incauto y alerta, se abre a la pasión lírica, al desdoblamiento fugaz de las formas. En un parpadeo, el mirar vuela impoluto a través de los colores, para redescubrir un pasado sobre el lienzo, que busca provocar en el espectador, una sensación, la simetría de un sentimiento compartido con la obra misma.
El artista Gerardo Aguila, abre las alas de su creatividad y nos invita a respirar, a recordar, a llevar la significación de su construcción artística, como una segunda piel, una donde las tonalidades llevan una remembranza fantástica, un mensaje secreto para cada espectador. En este anonimato utópico, donde se vierten las emociones del artista con las del público, vuelve real el logro de todo artista, generar la ilusión de un sentimiento.
La pasión creativa de Gerardo Aguila, nace de la contemplación del Mural de José Clemente Orozco – Miguel Hidalgo – y es ahí, entre los tonos flameantes de la antorcha y el espíritu de lucha, donde emerge la realización de una meta, y de un anhelo que todavía sigue encendiendo emociones, con cada una de sus obras.
Una de las pinturas que tiene una excepcional carga reflexiva es “Mirando el pasado”. Esta obra te invita a mirarla no una, sino varias veces. Destellos de color nácar te conducen a los deseos difuminados, y la sombra del oleaje te remite a un futuro seguro, donde la oscuridad te lleva a puerto tranquilo, a la luminosidad incierta del día siguiente.
La obra de Gerardo Aguila se presenta, junto con la de otros artistas nacionales y de talla internacional, en la Exposición “Visual”, desde el 2 de Junio de 2018, en GAV – Galería Adriana Valdez – en Guadalajara, Jalisco.
Agradezco las facilidades otorgadas a la Galería de Arte Contemporáneo Adriana Valdés, para la realización de esta columna. Así como al artista Mario Navarro por la amabilidad al proporcionar la información de la exposición.
