La obra en sí misma, busca subsistir a través del ojo perceptivo del observador. Luego de una sonrisa o un sentimiento, surge el alma en la resurrección de la obra, que entre los dedos y palmo a palmo, trasciende en las negras llanuras del espíritu, coloreadas por el ánima del artista. Silbidos – tan azules como el mar – recorren el lienzo, creando una melodía pictórica que nos habla de rostros, del ensimismamiento de un ánima plomiza, turbia, sacada de un cuento de hadas oscuro.
La permutación de los elementos encanta, y puebla con sus formas nuestro dubitativo interior, buscando quedarse, ir con nosotros a casa, para contemplar en la imaginación – a solas – aquellas figuras, que amenazan vívidamente la invariabilidad de nuestra rutina.
El artista mueve las nubes de su propia interioridad, siente, palpita, reconstruye emociones para que lluevan sobre el pincel – en la tiza – al final del día, una nueva tierra con sensaciones recién abiertas, esperando la mirada inocente que ayude a cultivar deseos e historias. Añoranzas con rostros inalcanzables, expectantes, la obra dibuja en quien la mira un rasgo insólito, desconocido, la primera vista para ver otros mundos detrás del matiz.
La obra de Eduardo Mejorada C. enriquece los anhelos más aberrantes de nuestra alma. Donde la oscura escena permanece, la luz se manifiesta con más fuerza. La creación vuelve victoriosa del inframundo – del trazo – en la faena del recuerdo exhausto del creador, su resurrección edifica simbolismos con nombres que ningún mortal sería capaz de nombrar. Gloriosa y vulnerable, la obra muda su concepción primera para convertirse en reflejo infinito de la contemplación humana.
El artista plástico Eduardo Mejorada Ocaranza es originario de la ciudad de Guadalajara, Jalisco – 1 de noviembre de 1969 – su formación es autodidacta y multidisciplinaria. El lenguaje pictórico en su obra tiende a ser de origen abstracto y ha participado tanto en muestras colectivas, como en exposiciones de manera individual – Museo Diego Rivera, Museo Olga Costa-José Chávez Morado, Museo Raúl Anguiano, Museo Manuel Felguerez., Museo Joaquín Clausell, Museo Ateneo de Arte Contemporáneo de Yucatán, Museo Regional de Colima, Museo de la ciudad de Guadalajara, Instituto Cultural Cabañas entre otros –.
Su obra se encuentra en importantes colecciones públicas y privadas dentro y fuera de México.
