México 68/ Dos de octubre no se olvida
Cincuenta años han transcurrido desde la represión, asesinato y desaparición de jóvenes estudiantes en la plaza de Tlatelolco. Sin embargo, el movimiento estudiantil de 1968 mantiene ecos fuertes en el presente.
Ha tomado forma de relato y mito fundador de una juventud contestataria. Existe aún, una deuda histórica respecto a los hechos ocurridos aquel 2 de octubre, y a pesar de los intentos de sepultar la historia, la memoria funge como la mejor defensa contra la amnesia y opacidad. De ahí una de las consignas más emblemáticas: “¡Dos de Octubre no se olvida!”
Diez días antes de inaugurarse los juegos olímpicos de México 68, durante un mitin en la plaza de las tres culturas (Tlatelolco). El gobierno encabezado en ese entonces por Gustavo Díaz Ordaz abrió fuego contra cientos de estudiantes congregados ahí para exigir respeto a la autonomía de las universidades públicas, así como un país más democrático.
Las movilizaciones comenzaron a finales de julio después de que la policía y el ejército ocuparan los planteles de la Escuela Nacional Preparatoria y del Instituto Politécnico Nacional en el centro de la Ciudad de México. Con el transcurrir de los días las movilizaciones fueron tomando fuerza y sumando estudiantes de instituciones públicas y privadas, así como de sectores inconformes con el gobierno y el partido hegemónico. Hasta aquel oscuro acontecimiento.
La memoria como reinterpretación lúdica.
No hay un solo 68, más bien se trata de un rompecabezas con piezas dispersas: militares, estudiantes, políticos y voces anónimas que construyen el relato de un movimiento que sigue vigente. El movimiento estudiantil forma parte de nuestra historia nacional, y como gran parte de ella, prevalecen censuras y huecos no esclarecidos.
Ambulante: Archivos del 68
El Festival de Cine Documental Ambulante invita a la reinterpretación de la mirada de aquellos años que no sólo se limitan al territorio Mexicano, si no a los movimientos internacionales que se enmarcaron en aquel verano de 1968.
A partir de material fílmico en pequeños formatos —8 mm, Super 8 y 16 mm— preservado principalmente en el Archivo Memoria de la Cineteca Nacional, se propone una serie de disquisiciones críticas de los sucesos históricos de aquel año: la rica escena cultural en México, la organización de los XIX Juegos Olímpicos, las manifestaciones sociales de maestros, médicos, estudiantes, y la represión en Tlatelolco.
Los archivos se comisionaron a diferentes artistas sonoros y audiovisuales, los resultados son: Naturaleza del hueso, de Elena Pardo, Yo ni me enteré, de Andrés Pardo, El legítimo derecho, de Griselda Sánchez, R3gina(s), de Bruno Varela. Además se encuentra disponible un fragmento original de ¡Viva Chile, cabrones! gracias al apoyo del director Alfredo Gurrola.
Más que una conmemoración señalada en el calendario. El cincuenta aniversario de la matanza en Tlatelolco es una invitación a la crítica y reflexión de los acontecimientos y su repercusión en la dinámica social de hoy en día.
Los clips pueden consultarse y descargarse en el siguiente enlace:
