You got red lips
Snakes in your eyes
Long legs, great thighs
You’ve got the cutest ass I’ve ever seen
Knock me down for a six anytime
Look at me, I got of case of body language…
Body Language / Queen.
Hace un par de semanas esperaba la llegada de un disco, justo después de la entrada del equinoccio de primavera y para sobrellevar el increíble panorama que nos deja la unión de este hecho con las merecidas vacaciones que muchos aprovechan; yo, por cuestiones de trabajo decidí esperar la sorpresa de Daptone Records, un sello discográfico de Brooklyn que cuenta con un catálogo selecto de soul, góspel y funk donde curiosamente brillan artistas con una carrera ya consolidada como Lee Fields & The Impressions, o desconocidos como Sharon Jones y Charles Bradley. Sólo como dato añado que en los estudios de Daptone Records se creó “Rehab”, himno de la fallecida Amy Winehouse que aparece en el álbum “Back To Black” realizado en colaboración con Mark Ronson.
Después de la muerte de sus dos artistas más emblemáticos, Sharon Jones y Charles Bradley, Daptone Records decide renacer y arriesgarse cual ave fénix dándole la bienvenida a su primer artista en el idioma español, los cubanos de la Orquesta Akokán (palabra que en lengua Yoruba significa: desde el corazón); colectivo dirigido por su vocalista José “Pepito” Gómez y el pianista/arreglista Michael Eckroth, quienes nos presentan su disco homónimo logrado en un lapso de tres sesiones de grabación en los legendarios Estudios Areito en La Habana. El disco contiene nueve tracks que nos llevan de viaje a esa Cuba de los años 40´s y 50´s a través de la fuerza y viveza de las interpretaciones, técnica sólida de gran nivel que nos recuerda a la Banda Gigante Beny Moré, la Orquesta de Antonio Arcaño o la de Pérez Prado.
Esta historia que empieza en Cuba y finaliza en Nueva York nos demuestra la universalidad de la música, pero sobre todo la pasión de la Orquesta Akokán al hacer vibrar el cuerpo y la pista de baile mediante el relato de vivencias improvisadas narradas de forma virtuosa en estribillos insolentes y atrevidos. Sin duda, se trata de un repertorio con un amplio espectro en el que una voz va llenando un espacio sonoro que junto a las tumbas, las trompetas, el saxofón y el piano nos conceden un viaje a través de un mambo rapidito, de un son apasionante, de una guajira provocadora o de una rumba estelar.
La Orquesta Akokán nos entrega un homenaje brillante, cálido y postmoderno de la antigua Cuba en la grabación de 16 virtuosos músicos cubanos que, entre viejos y jóvenes nos hará pensar en esa transición de conocimientos de generación en generación llevando a salvo, por ahora, esos conjuros aprendidos para darle continuidad a esa vibrante alegría de las almas nuevas.
La necesidad es la madre de correr riesgos. ¡Felicidades Daptone Records!
¡También es necesaria la revolución con la música!
Si bien Friedrich Nietzsche ya ponderaba a lo dionisíaco, ese espíritu exaltado del hombre a través del éxtasis musical, el elogio que nos realiza tu reseña no sólo nos devuelve a la sonoridad de un pueblo, sino a su aroma, su cadencia y ritmo. Si Buena Vista Social Club nos dejo un sabor de oídos, mezcla de nostalgias y promesas de la inmanencia del tiempo, tu reseña se nos antoja a una deliciosa Cuba del presente y del futuro. ¡Felicidades por la reseña!
Ya estoy apurando cada uno de los tracks, como una bacante.
Excelente reseña, Si No.