Durante el mes de febrero y en el marco de las celebraciones por su trigésimo quinto aniversario, el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam presentó la exposición Trazos de una colección. En esta oportunidad fue el dibujo el protagonista de una muestra que constituyó la tercera acción expositiva en los intentos por otorgarle visibilidad a la Colección del Centro. La exhibición contó con la representación de un grupo de creadores destacados en su mayoría dentro de la escena artística cubana y latinoamericana, para conformar así un escenario relevante por la significación de sus exponentes.
MEMORIAS. Grabado cubano 80´90´ y Panorama de lo fotográfico fueron las experiencias anteriores en la presentación de valiosos segmentos de la colección. Dichos eventos tuvieron como ejes centrales el grabado cubano de los años `80 y `90 y la fotografía respectivamente. De esta suerte, las tres muestras hasta el momento consumadas traslucen la esencia de la colección de la cual se derivan y, en ese sentido, han logrado evidenciar la valía que ostentan las piezas, especialmente en el orden de su representatividad histórica y autoral.
La Colección del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam surgió con la fundación de la institución en el año 1983 y desde entonces se ha enriquecido de forma paulatina y sistemática. El conjunto resguardado en La Habana es resultado, fundamentalmente, de las donaciones realizadas por los artistas participantes en las distintas ediciones de la Bienal de La Habana y en los múltiples programas y exposiciones organizadas por el Centro. En este camino la compilación resguarda hoy día alrededor de 1000 obras en lo que constituye un volumen heterogéneo de temáticas, autores y regiones geográficas que alcanza a agrupar un amplio panorama de la creación artística en su devenir histórico a escala internacional.
El formato bidimensional, y de manera particular la gráfica, destaca entre la multiplicidad de manifestaciones y técnicas de diverso carácter que se conservan, dígase: la pintura, el grabado, la fotografía, la instalación y más recientemente, el video. Asimismo sobresale, sin lugar a dudas, la presencia de autores y obras latinoamericanas, lo cual se encuentra en consonancia con el protagonismo de dicha área geográfica en las puestas en escena realizadas con motivo de las citas Bienales.
Una mirada a la evolución cronológica de las obras resguardadas permite apreciar etapas prominentes dentro de las trayectorias individuales de los creadores y de las diferentes naciones que estos representan. En cada una de las piezas y en la colección en general quedan explicitados relatos de las épocas en las cuales se inscriben, costumbres, ideologías, así como las preocupaciones y dinámicas sociales que rodearon a los artistas en sus contextos de actuación. Es justamente en ello donde radica uno de los principales valores del conjunto que atesora el Centro; una colección que comporta entonces una doble significación pues, acercarse a ella es adentrarse a la vez en los trayectos asumidos por las distintas ediciones de la Bienal de La Habana y, de manera general, al ejercicio de fomento y difusión del arte contemporáneo que ha desplegado el Centro Wifredo Lam.
Como han demostrado las exposiciones donde las obras de la colección han sido protagonistas absolutas, es este un compendio que no está condenado al ostracismo, sino que se inserta en las dinámicas actuales y cuenta con una excepcional capacidad de diálogo. De este modo adquieren especial interés las muestras que gradualmente se han efectuado en favor de la socialización de los fondos resguardados por la institución. Cada uno de estos eventos ha permitido al público ser partícipe de las trayectorias impregnadas en las piezas conservadas, por tanto, son estas magníficas ocasiones de reencuentro y revisitación con quehaceres artísticos de marcada trascendencia en el circuito del arte y de forma preponderante en el marco del área latinoamericana.
