Martin Creed Martin Creed (Wakefield, 1968) es un artista inglés conocido por producir piezas basadas en arte conceptual de los 60’s. Actualmente, uno de sus letreros de neón se encuentra exhibido fuera de la Galería Nacional de Escocia, en donde el intenso azul ultramar personifica un urgente deseo de dialogar con el espectador.
Esta alentadora pieza, que cambia sus dimensiones acorde a su entorno, dentro of fuera de la galería, adquiere una infinidad de significados en esta encrucijada temporal en medio del idílico paisaje de Edimburgo. Dispuesta en el exterior de la galería nacional de Escocia como un epílogo a la cacofonía de la publicidad resplandeciente en la ciudad.
El proyecto, visto en Londres a principios de este año, parece tener un mensaje de esperanza, pero también sugiere las provocaciones que el Reino Unido se enfrenta actualmente. Las luces de Neón son una fluctuante vía de producción para el artista, pero que le han brindado fama internacional y justificado su excentricidad llevándolo de regreso al desafiante lugar en donde el artista se encarga de provocar un dejo susceptibilidad en el espectador/lector.
Esta no es la primera vez que la pieza es exhibida. Para Creed, la conversación es fundamental para entender su trabajo y asegura que su obra sólo logra ser completada cuando el espectador retoma la simplicidad del texto y lo relaciona directamente con la conceptos inherentes a la condición humana: El anuncio neón del artista exige agudeza y curiosidad en cualquier lugar del mundo. Creed, a pesar de provenir de un lugar donde la inseguridad, el miedo y la incertidumbre no son algo tan ordinario como lo es en otros lugares, crea piezas inspiradas en el humor mundial que prevalece convirtiéndose en un código universal.
Montajes directos en los muros usando tubos de policarbonato, son una muestra de que el minimalismo, además de ser una llamativa declaración crítica; ha logrado perdurar hasta nuestros días. Una pieza que se puede leer explorando la relación entre arte y lenguaje. A su vez, brinda un momento de calma sutil en medio de el lugar que se encuentre instalado. Martin Creed proporciona un momento de reflexión obligatorio, un escenario de orden inesperado.
En general, su obra no opta por la demagogia , sino que sólo se muestran como un mordaz comentario ante lo que pueda suceder con la instalación como una forma de expresión tanto escrita como visual. Es decir, el arte lumínico cobra más fuerza al enfrentarse a un fondo sombrío. Equilibrando así la hosquedad de la naturaleza humana, frente a una estética casi entrañable, en el caso de Creed, los títulos de su obra se relacionan directamente el humor mundial que lo sitúa visualmente como un código universal.
Creed ha situado estos sedantes anuncios de manera estratégica, cuestión que se convierte en un trabajo curatorial más reflexivo que práctico: su brillante composición neón, parece incongruente con su contexto. Sin embargo toma ventaja del lenguaje escrito para tornarse en una frase inexplicablemente popular que podría ser articulada por algún personaje cercano a nosotros, siendo a su vez una garantía de que al final, todo estará bien.
