La apreciación de lo real

En la reciente toma de posesión del actual presidente mexicano ocurrió algo que llamó mucho la atención de la población en general: se le estaba dando un lugar importante a los pueblos indígenas, considerándoles finalmente como grupo sustancial en la integración de la sociedad mexicana. De igual forma, las fotografías de Yalitza Aparicio portando ropa de Louis Vuitton y Gucci explotaron como dinamita en las redes sociales con comentarios que evidenciaban ese racismo que supuestamente no existe en México. Así también la caravana migrante a comprobado esa otra hospitalidad mexicana.

Yalitza Aparicio - Roma

Existe una apreciación por lo “folclórico”, por aquello que consideramos ajeno y que sentimos tan extraño a pesar de que es parte de la realidad que vivimos día con día, sin embargo es muy contradictoria, por ejemplo, es suficiente pensar con la fascinación por ir a cualquier pueblo mágico y tomar fotografías de gente con rasgos indígenas usando prendas con bordados característicos del pueblo al que pertenecen, retratar niños pobres jugando o ancianas vendiendo verduras en alguna banqueta, todo con un equipo costoso ya sea cámara o celular, pero no baste con que los modelos estiren la mano para pedir una moneda para que se les menosprecie, para que se le regatee en la comercialización del producto que ofrezcan. Nos gusta apreciarlo porque nos gusta pensarlo como algo extraño, algo exótico, ajeno a nuestra vida.

Yalitza Aparicio - Roma

El papel que interpreta Yalitza en Roma para muchos es el que le debería de corresponder, el de la “chacha”, pero no soportan que fuera de la pantalla ella exista como una figura que está ganando relevancia con cada día que pasa gracias a su trabajo como actriz y no como el personaje que creyeron ver en la cinta.

Vogue México decidió que su última portada también tendría como protagonista a Yalitza y los mensajes de odio se siguen haciendo ver. ¿Pero qué es lo que tanto enfada? Posiblemente sea que la realidad ficticia, la bonita y folclórica que se mantiene detrás de las cámaras o en los cuartos de servidumbre, aquella que hemos tratado de hacer invisible como sociedad, en los almacenes, en las colonias pobres, con ropa de trabajo en mercados, se está saliendo de ese imaginario que no nos afecta y nos evidencia el racismo, clasismo y desigualdad en la que nos vemos inmersos. Nos afecta porque es un recordatorio de que detrás de la pantalla, nosotros también estamos en la misma realidad, hundidos en violencia y pobreza, porque nuestra aspiración económica y nuestras oportunidades de educación son poco favorables y creemos ilusoriamente que lo único que nos puede salvar es un color de piel distinto, uno que se asemeje al de los ricos.

Yalitza Aparicio - Roma

No existe una integración de los pueblos indígenas, porque siempre han estado ahí, existe un reconocimiento de su presencia y el valor de la misma, no existe una Yalitza talentosa sobresaliendo de entre todas las mujeres, existe una nula oportunidad ocasionada por el clasismo y racismo que impide a más personas, hombres y mujeres de comunidades indígenas, ser una portada de revista de moda.

Que las artes nos sigan recordando que su trascendencia no sólo es estética, sino también social, que evidencien más nuestro entorno, no sólo por la apreciación de lo bello, sino también a lo grotesco de la realidad, porque las artes no están hechas para entretener sino para la catarsis colectiva e individual.

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