Jorge Vite o de la escultura como diálogo cinético

El corazón como un vínculo entre los seres “un dialogo cinético entre dos entidades”. Esta es la idea latente en las obras del escultor Jorge Vite, para quien la escultura es, o debe ser, un reflejo de las relaciones humanas, incluso un medio para establecer dichas relaciones. Por esta razón su obra trata de activar al espectador para que se convierta en parte de ella y así lograr entablar un diálogo entre el corazón (obra) y el cerebro (espectador); la obra trata de impregnarse en el sujeto a través de las múltiples emociones que despierta.

Sus exposiciones transdisciplinarias conmueven al espectador de una manera poco común, nos permiten acceder a las sensaciones provocadas por las texturas, podemos dimensionar las distancias de nuestros recuerdos a partir de las sensaciones que provocan gracias al textil que incluye en sus trabajos, o podemos percibir olores a través de los colores (una paleta de colores muy simple, que no gusta de la estridencia) que nos acercan a las tonalidades de la realidad.

El movimiento perpetuo

Jorge Vite, escultura
Esperando por ti. VII Bienal de Artes Visuales Yucatán, 2015.

La ausencia de movimiento en esta obra nos pone en paradoja, resulta que cuando la observamos pareciera que todo se mueve alrededor, que las idas y vueltas están presentes. Nada se detiene por completo, nada permanece estático, es el latido del corazón que me recuerda que debo seguir en movimiento… y me muevo, recorro la escultura una y otra vez, sonrío, algo ha logrado en mí, ahora está dentro de mí, me recorre como un latido, es el movimiento perpetuo de la ciudad, de las ideas que no quieren permanecer en la memoria y se me escapan, rodean al perro y mueven su cola, jadean, se juntan y se separan. La escultura me ha dado un poquito de vida.

El hombre suspendido

Jorge Vite, escultura
Caída libre, 2016.

El título de la obra guía en la interpretación, sin embargo la obra sugiere múltiples interpretaciones, no se trata solamente de un sujeto que cae, no se trata de un instante suspendido entre el suelo y el vuelo, la obra dice muchas cosas más. Volvemos al movimiento, volvemos al vértigo provocado por las arterias suspendidas, por la sangre que recorre el cuerpo que cae y no cae.

El corazón es el que se mantiene en suspenso, el de la obra y el del espectador, el dialogo ahora es un silencio constante que se distiende y recorre cada tramo del cuerpo, cada latido del corazón.

Jorge Vite (1979, GDL). Es artista gráfico, escultor, diseñador y promotor cultural independiente, docente en la Universidad de Guadalajara. En su trabajo destaca Exposiciones individuales: 2014 Entre-Cruzados obra textil-instalación en Galería Ajolote; obra colectiva: 2014 Certamen Arte Joven de la Fundación José María Jove, Coruña, España. Distinciones: 2015 Seleccionado en el Premio de Escultura Juan Soriano, con la obra titulada Árbol de Paz. 2012 Tercer lugar en la categoría de escultura, dentro del 7°Concurso Nacional de la Cerámica Tonallán, Tonalá, Jalisco.

Escrito por
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