Imprinting the vital signs

Alejandro Barreto - Apócrifa art magazine

Entre el remolino y la línea, hay una frontera del sueño clásico, lo invisible, el imaginario, con la ubicación precisa del trazo; el mundo de la contradicción y el acierto bajan lentamente en el color, en la lontananza del rojo, en la insustituible conciencia del negro, contrastando los genes del blanco. El trabajo de Alejandro Barreto nos da acceso a la profunda razón del ser y al sentido abstracto de lo simbólico; manifestaciones de la experiencias que más allá, entre los polos cromáticos nos ofrecen la figuración encantada del tiempo, de las figuras y de las progresivas líneas, que decantan lo innecesario y emergen en el verso exacto de la perspectiva. El arte de Barreto contiene una significación propia, y se dibuja en los ojos del espectador para llenar de ascensos y descensos el alma de quien la mira, de quien entre idealidad y realidad, se queda navegando en el oleaje de la metáfora.

¿Cuál fue tu primera inquietud y contacto con el arte?
Mi primera inquietud en el arte fue desde muy niño, me gustaba dibujar como a muchos y eso siempre fue mi pasión. En cuarto año de primaria gané el premio de “El Niño y la Mar” que organizaba la Secretaría de Marina, eso me validó en mi escuela como “el niño que sabía dibujar bien” porque cada año me hacían participar obligatoriamente. Años después continué dibujando y mi primer contacto digamos serio con el arte, fue en la universidad, ya estudiando la carrera de artes donde aprendí a canalizar esas habilidades.

¿Cuáles han sido los mayores obstáculos a los que te has enfrentado, para obtener un estilo propio?
El grabado de alguna manera es un arte que está enraizado con la historia y con el testimonio del mundo, es natural que ese registro hable también sobre la identidad del artista y el suelo donde pisa, aunado a que la historia de la gráfica nos ha enseñado que donde hay un grabado, debe haber denuncia. Sin embargo estas temáticas nunca han provocado una línea discursiva en mi trabajo. Mi obra habla en pretérito siempre, las historias de mi obra están contadas en pasado porque me gusta hablar de lo que he vivido y aprendido. Es como una especie de juglar de imágenes que por donde pasa, todo lo que ve quiere relatarlo, en mi caso me mueve el tema de lo mexicano y lo ruso. Creo que para llegar a encontrar un estilo propio, hay que entender no existe eso, somos una gran fórmula o collage construidos con muchos pedacitos que nos hacen ser nosotros mismos, es decir hechos de varios elementos a partir de lo que aprendemos, vemos, platicamos, comemos, y en este caso somos construcciones mestizas de nuestras influencias. Es necesario asimilar que el mundo ya está construido y nosotros solo lo interpretamos con nuestro bagaje y nuestra obra artística.

Alejandro Barreto - Apócrifa art magazine

¿Cuáles son los temas que aparecen en tus obras? ¿De qué tratan?
Mis obras hablan sobre relatos populares vistos a través del tema del antiguo arte lubok, el cual es una manifestación popular gráfica rusa y antigua que retrataba de manera sencilla —y hasta cierto punto ingenua—, todos los tópicos de la vida campesina de la Rusia del siglo XVIII. Mi trabajo rescata conocimientos populares de Rusia, México la cultura pop en general al estilo de esa época. Entonces, recuperan un bagaje de conocimientos sobre personajes fantásticos, literatura universal, cine, sueños, temas alquímicos y esoterismo que forman una especie de bitácora gráfica de mi paso por este mundo.

¿Puedes contarnos más acerca de tu técnica?
Mi técnica es el grabado, la linografía, hecha con linóleo y la acuarela, ambos son una adaptación de técnicas que asemejan la forma en que eran producidos los grabados antiguamente, no sólo en Rusia sino en todas las culturas que lo desarrollaron. Los grabados pintados son una combinación que ha estado presente siempre en el mudo de la gráfica. Mi acercamiento con la técnica lubok nació por mi inquietud con la cultura rusa cuando estudié por años el idioma, eso me hizo acercarme a temas y manifestaciones no tan comunes de aquél país, con los cuales descubrí este apasionante tema lubok y decidí hacerlo mío al estudiar una tesis sobre él y adaptarlo a mi discurso y estética.

Alejandro Barreto - Apócrifa art magazine

¿Qué momento del día es idóneo para ti como creador y por qué?
Las mañanas son el momento que yo utilizo para trabajar porque estoy fresco, descansado y soy mucho más productivo. Tengo mis horarios muy establecidos y trabajo en mi taller diario desde temprano y después de la comida me dedico a hacer otras cosas, descansar, leer. Soy muy disciplinado con mis horarios para todo.

¿Qué es lo primero que suelen notar las personas o el público virtual al apreciar tu arte?
La mayor parte de mis piezas están escritas o llevan textos en ruso, creo que lo primero que la gente hace confrontarse con el alfabeto, con la curiosidad y al final creo que la estética es lo que más les termina por interesar al grado de concretar una compra. La gente lo asocia con lo medieval, el tarot, con el expresionismo y habitualmente me hace llegar sus comentarios a través de mi página de Facebook o Instagram.

¿Cuáles son tus influencias artísticas?
En primer lugar, el arte ruso, empezando por lubok, Palekh, Xoxlomá, Fedoskino, por el lado Europeo, Max Ernst, Otto Dix, Henri Grandville, los grabados en madera del renacimiento. Por el lado de México, Julio Ruelas, Miguel Covarrubias, el mismo José Guadalupe Posada, El Taller de Gráfica Popular, Leonora Carrington, Remedios Varo, e incluso el trabajo de mis amigos y colegas de todas partes del mundo el cual puedo apreciar gracias a las redes sociales.

Otra parte que nutre mucho mi cosmovisión y mi imaginería es hacer obras sobre series o películas clásicas de la cultura pop, programas con los que todos crecimos y darles un revolcón con la estética antigua rusa. Para mí es una gran fuente de inspiración y de motivación.

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¿Qué recomendaciones le darías a una persona que se inicia en el arte plástico?
Que estudien principalmente, ya que la gente suele asocial el arte con el ocio y esa batalla es interminable en el gremio artístico. También les diría que se armen de mucha paciencia ya que es una carrera de resistencia aunque los frutos son muy gratos y que en mi modo de ver, no hay otros que los igualen.

Alejandro Barreto. (Cuautla, Morelos, 10 de marzo de 1980). Es Licenciado en Artes Plásticas por la Facultad de Artes de UAEMex, Maestro en Artes Visuales por la Academia de San Carlos de la ENAP/UNAM y Doctor en Artes y Diseño con mención honorífica por la FAD/ UNAM. Activo desde 1997. Su obra ha participado en más de 150 exposiciones colectivas, tanto en México como en el extranjero. Cuenta con varias exposiciones individuales, entre las más relevantes están: “Alejandro Barreto All Small Prints”, Galería W Rastuz, Slawno, Polonia (2019), “Rayok, 20th aniversary”, Rossi Karabiberov art Gallery Nova Zagora, Bulgaria (2019), “México-Lubok” en el Museo del Barro en Metepec (2017), “Lubokus.Ru.Mx”, Galería Teatro Juárez de Zitácuaro Michoacán (2016), “Lubok Mexicano” en el Museo de Gráfica Popular de Rusia en Moscú.  Su trabajo ha merecido varios premios y reconocimientos en diversos concursos de gráfica nacionales e internacionales como: “Tercera Bienal Parámetro03” de ARTELUMEN en CDMX, Emisión de “VALOARTE 2018” en Costa Rica, “III Bienal Gráfica de Kazán”, Rusia (Mención Honorífica), “1° Bienal de los Volcanes” en la ciudad de Cuernavaca (Mención honorífica); Concurso Internacional de Gráfica en pequeño formato SAMOTLOR, en Nizhnevarstok, Rusia, (Mención Honorífica) participó como artista invitado en la “12.° Bienal de La Habana 2015”. 

Trabajó como coordinador del Taller de Gráfica “La Tómbola” en el Museo de la Estampa de Toluca. Su obra se incluye en diversos catálogos de gráfica y acervo de museos y fundaciones de arte como: la Bienal de Ex Libris Bodio Lomnago, Italia, Biblioteca Lyuben Karavelov en Bulgaria, el Museo de Bellas Artes de Kazán y el Museo de Gráfica Popular de Rusia en Moscú.  En 2015 y 2016 viaja a Moscú para estudiar la gráfica rusa antigua lubok y a presentar su proyecto doctoral ante la Academia de Arte Tradicional de Rusia. Esta misma institución le otorga un grado académico honorífico en 2016 por la realización su película documental “Lubokus.Ru.Mx” hecha con apoyo de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad.

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