Como escritor soy en parte responsable del consumo diario de la vorágine del internet y por supuesto, para mi es complicado negarme a la posibilidad de subir una de mis colaboraciones al trepidante tren del blanco y negro.
La distinción entre blanco y negro y el color ha marcado la historia visual de la sociedad, para mi generación nacida frente a “la caja idiota”, esta transición estableció algunos de nuestros códigos semióticos. La enorme capacidad expresiva del blanco y negro sustentada en su poder evocador del nostálgico pasado y el color, con su estandarte propagandístico del entretenimiento actual masificado de manera desenfrenada.
El blanco y negro no nació ayer con Roma, en 1821, la primer fotografía de larga duración y monocromática, fue tomada por el inventor francés Joseph Nicéphore Niépce (1765 – 1833) y desde entonces se inauguró la carrera por la búsqueda del máximo realismo. Hoy desfilan frente a nosotros resoluciones de pantallas como la 4k, la 6k, la 8k, estándares emergentes que se empujan entre sí, como salida del vagón del metro (CDMX) en la estación Centro Médico en hora pico.
El blanco y negro no se quedó cautivo en la época de oro del cine mexicano, en el cine clásico de Hollywood o en el del Viejo Mundo. El blanco y negro ya no es más sinónimo de viejo, por el contrario, acusa una re-actualización y sigue siendo un recurso muy utilizado.
Una prueba de ello es esta lista de 10 filmes rodados en blanco y negro en los últimos 15 años que aquí les comparto a manera de recomendación:
