Existen diferentes vías
de interrogar al Universo en que vivimos,
y la música es también una de ellas.
Ilya Prigogine
Jorge Reyes, músico, compositor, artista/paisajista sonoro e investigador musical mexicano, desarrolló una carrera de talla internacional durante cuarenta años. Su innata curiosidad auditiva lo llevó a aprender a tocar varios instrumentos musicales y sonoros, a crear su propia expresión sonora corporal y a experimentar con libertad técnica y conceptual todo lo que le interesó sobre el vasto universo audible y desde distintos géneros musicales.
Fiel a sus necesidades creativas, se nutrió libremente de estéticas sonoras de diversas épocas y utilizó instrumentos y objetos sonoros fabricados de diferentes materiales, geografías y de múltiples complejidades tecnológicas; desde semillas vegetales hasta procesadores de sonido, que utilizó para general piezas en las que se percibe la influencia de las culturas orientales y de los pueblos originarios, del rock progresivo, del jazz, de la música electrónica (de la cual fue pionero en México), a estas influencias, sumó su particular lenguaje artístico para producir crisoles sonoros que fascinan, inquietan e intrigan al mismo tiempo.
Fue miembro de las míticas bandas Al Universo, Nuevo México y Chac Mool y colaboró con artistas como Suso Saiz, Antonio Zepeda, Steve Roach y Chavela Vargas, entre muchos otros. Sus conciertos en el marco de la celebración de las ánimas se volvieron clásicos, destacando los que realizó en el Espacio Escultórico. Actualmente, sus composiciones son desconocidas por la mayoría de los jóvenes e incluso por no tan jóvenes, siendo un compositor de culto listo para ser descubierto por todo aquel que tenga suficiente curiosidad.
Jorge Reyes falleció el 7 de febrero del 2009, justo una semana después de presentarse ante miles de personas en el Zócalo de la Ciudad de México, dejando su carrera en una etapa de desarrollo acelerado y con múltiples proyectos internacionales en puerta.
Su genio musical, su espíritu indómito, su sencillez y su carisma, aunado a su visionaria capacidad de romper paradigmas, lo mantienen como uno de los músicos y artistas sonoros mexicanos contemporáneos más importantes y como un referente del desarrollo cultural nacional a través del sonido.
Por iniciativa de su viuda, la reconocida actriz Ariane Pellicer, desde el 27 de febrero de este año -haciendo durante algunas semanas la obligada pausa que el confinamiento requirió- se muestra en el Centro Cultural Clavijero de Morelia, Michoacán; una exposición realizada en colaboración con los etnomusicólogos Edgar Serralde y Pablo Márquez. Se pueden ver parte de los instrumentos de la colección que formó en sus múltiples viajes y proyectos, complementados con imágenes cortesía del Museo del Chopo, audios cortesía de la Fonoteca Nacional, discos, objetos personales, vídeos y textos de varios autores, que permiten recordar o conocer su legado y que nos abren la puerta para entrar por un instante al Universo Sonoro del Jaguar.
Erandi Avalos en colaboración con Edgar Serralde y Pablo Márquez
