Azules esdrújulas pictóricas, como la voz de los cielos

Azules esdrújulas pictóricas, como la voz de los cielos, recorren el cuerpo del alma. Genios de colores disidentes evocan sentimientos, reflejos que rompen con la marea descontrolada del latido emocional. Las líneas son lágrimas, sonrisas, desdibujaciones que rezan frases indivisibles para el observador.

Manuel Guardado, Esquemas y apropiaciones

Los rojos vuelven a teñir el respiro hondo de fortalezas dormidas, ecos comienzan a resonar en la lejanía de las despedidas y de los nuevos amaneceres que vuelan tras una noche de fría reflexión. Universos meridianos levitan sobre las manecillas, sobre las tonalidades a medio beber del pincel o la idea, y el creador solo tiene que susurran una palabra para sí mismo, para llevarles a la realidad, para que nos maravillemos de lo que mora en su inquieta y resultante intuición.

Brisas blandas, perfumadas de colores y emociones extranjeras, pueblan mis pupilas. El acercamiento es uno, las miradas son el aleteo instantáneo de la mariposa que mitifica el pensamiento, ese brillante desvarío donde las esencias se tocan en el tono, en la reverberación del color, en el éxtasis de la composición hablan un lenguaje que se ciñe a cada espectador, ansiando quedarse en el rojo lienzo del corazón, palpitando más allá de las horas.

Manuel Guardado, Esquemas y apropiaciones

Manuel Guardado, Esquemas y apropiaciones

Hilvanado la textura de las emociones entre rojos y remates azabache, la mano del artista es la bendición pura, concendida a los hombres para destacar el compuesto refulgente que nos hace humanos, donde el caos aprisiona apasionadamente al orden para dejarlo libre con cada beso tonal; en el palido abrazo de la pintura, las formas surgen inesperadas ante el observador, sólo queda el suspiro de un romance silencioso entre la obra y quien la admira.

La obra de Manuel Guardado – en la exposición Hiperrealismos, esquemas y apropiaciones – es el dulce constraste que resuena cada noche, a cada hora; quien a tenido la fortuna de reencontrarse con la obra minutos después, vuelve la mirada y sueña con la libertad abriendo los brazos sobre el lienzo, sobre las formas descubre la verdadera ficiión interpretativa de la liberación de los sistemas; rompen las olas del color con la composición eufónica del ensueño pictórico del artista, la voz de la emoción, la voz de la creación misma, resurgiendo una y otra vez en sobre los ojos de la imaginación.

Manuel Guardado, Esquemas y apropiaciones

Manuel Guardado Méndez, Arquitecto y artista plástico (Mérida, 1978). Realizo estudios de arquitectura en la Universidad Jesuita de Guadalajara donde se interesa por la corriente deconstructivista, el minimalismo y el brutalismo; experimenta con la fotografía, la instalación y producción sonora; su exploración plástica podría situarse dentro del expresionismo abstracto, el tachismo y el “optic art” explorando diferentes técnicas.

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