La premura de las imaginaciones emerge desde la apacibilidad del creador, todo pensamiento de dos sentidos, se anuncia en el descanso sempiterno, irrumpiéndolo todo, en la dirección armada de la noche, aparece. El artista cosecha las intenciones desconocidas, calladas, desprendidas, que se vuelcan en el lienzo para seguir calculando el ensueño, que todavía permanece en las horas desvalijadas.
Una cierta efervescencia sube por los dedos y baja con el pincel, la luz que la acompaña, convierte las señales de las musas en sublimes representaciones del infinito; la mujer que se arropa en los silencios y levita como una flor sobre las inmediaciones de sus propias lágrimas, el vuelo que no rompe en llanto, sino que emprende una travesía para desarticular el desasosiego.
En la representación pictórica, el hombre es libre, busca enfrentar los propios espacios en la antesala de la evolución, queda suspendido en una despedida que el espectador observa desde la muralla del marco; todos los confrontados por la imagen vuelan hacia el sueño luminoso, como si el Ícaro de nuestro interior buscara alzar en alas, toda la esperanza de nuestra existencia, de la razón por la cual vamos perdiendo plumas en el camino, son recuerdos que desaparecen en la transitada bahía del olvido.
En la obra de Samuel López R. el espacio, y el cuerpo tanto masculino como femenino, nos relata una historia donde la vida protesta en los halagos de la rutina, donde las propias dudas de la existencialidad humana, son el encanto onírico de las figuras que desfilan en situaciones de mágica inspiración; la configuración de las emociones se sumergen en la inventiva del autor, ahí, en las profundidades se puede trazar mejor, situar mejor, y embalsamar lo vivencial o imaginado en colores que describen escenas en una fuerza continua, imperante.
Las representaciones de la obra nos relata el genio nocturno del autor, las extensiones que dibuja, especificas, sobre la opalescencia taciturna en la figura femenina; enuncian pasajes transitorios de la mujer moderna, es ahí tras la conjunción histórica y la formación de la obra en que el público puede toparse con el proceso imaginable y las posibilidades del autor permanecen cercanas a su habilidad y escala. El artista plástico Pintor Samuel López “Cunché” involucra la naturaleza que reside en cada uno de nosotros y en la cotidianeidad inmemorial se percibe en cada una de las expresiones artísticas.
Samuel López “Cunché” inició su formación artística (2000 – 2003) al cursar la Carrera Técnica como Profesional técnico en artes gráficas y a su vez en el taller de óleo y dibujo al natural, en el Centro Cultural Cabañas. Participó en las exposiciones (2002) Colectiva en Casa del Tianguis Cultural, (2004) exposición colectiva para recaudar fondos para niños de la calle CODENI (2005) Exposición individual en café ágora, (2006) Exposición colectiva en casa cultural convergencia, para recaudar comida para personas de bajos recursos, (2008) Participación en subasta de arte en casa Tlaquepaque centro cultural refugio, (2011) participación en subasta contra la prostitución y explotación infantil por parte del DIF. (2016) noviembre exposición colectiva “planetando” en Club Deportivo Puerta de Hierro, (2016) noviembre exposición colectiva “bebe leche” en estación Juárez de siteur. Noviembre. Participación en la Libreta Viajera “Sirenas” de Progetto 7LUNE. Venecia, Italia. (2019) Junio exposición colectiva “lecturas plásticas” en Café Galería Casa Musa, entre otras; además de ser seleccionado para exposición colectiva en el CUAD (2002) para el concurso “jóvenes promesas de la plástica jalisciense” por parte del salón de octubre y las fiestas de octubre.
Actualmente también se dedica a la fabricación de lienzos, combinando arte y manufactura de los mismos.
