La trascendencia de las emociones alteradas

En un artículo anterior, se habló sobre aquellas obras que surgen de la alteración de los sentidos, obras que han trascendido por mostrar una realidad tergiversada partiendo de la idea de que crear bajo la influencia de estupefacientes o alguna sustancia que altere nuestra percepción de las cosas puede evidenciar algo más a lo que nuestros ojos están acostumbrados a ver proyectando imágenes o ideas que solamente se pueden conseguir con este estado.

Alexander McQueen
Alexander McQueen

Sin embargo existe otra forma de concebir alguna obra artística y que también tiene que ver con la alteración de nuestra esencia pero de una forma más insondable, la persona que crea el objeto artístico, ya sea literario, cinematográfico o plástico, se encuentra en una alteración distinta de la realidad donde sus sentimientos, sus emociones y todo aquello en lo que cree no cobra el mismo sentido que lo haría para una persona emocionalmente estable.

Se tiene el mito de que los buenos artistas tienen que sufrir para poder provocar en su obra algo más que una simple buena técnica. No estoy del todo de acuerdo pero si creo que la sensibilidad es necesaria para crear y una sensibilidad que ha sido alterada por la euforia o la depresión permite crear obras más próximas a lo sensible, porque no racionalizan las ideas, sólo las plasman con la esperanza de ser apreciadas.

Sylvia Plath
Sylvia Plath
Virginia Woolf
Virginia Woolf

En ocasiones, la combinación de la depresión y el consumo de sustancias ocasionan un camino en espiral sin retorno a ese espectro de la creación que produce importantes obras causando daño en los artistas, los perjudica, cada nacimiento de una de estas creaciones desgarra a su creador aliviándole de algo que se hace más grande hasta consumirle.

Este tipo de genialidades se percibe en autores y artistas que han marcado la industria del arte por su agudeza, obras trascendentes que por si mismas siguen teniendo valor, pero también se acompañan de la historia del mismo creador quien decide en determinado momento acabar con su vida trascendiendo en sus obras y en su último acto en vida.

Ernest Hemingway
Ernest Hemingway
Emilio Salgari
Emilio Salgari

Ejemplos de ello abundan: Virginia Woolf, Sylvia Plath, Emilio Salgari, Alexander McQueen, Ian Curtis, Ernest Hemingway y otras tantas personas enumeran la lista. Sin embargo es necesario resaltar la diferencia entre la muerte por suicido ocasionado por la depresión y la muerte por sobredosis, que si bien en muchos de los casos se acompaña la causa y la forma, esto puede variar tratándose de simples accidentes.

Así, contar con las emociones alteradas no sólo brinda a la persona que crea una forma distinta de percibir el mundo sino posiblemente lo contrario, una mirada común que nos incomoda, que nos puede parecer cursi porque no queremos aventurarnos a explorar ese lado oscuro de la personalidad humana, ese lado que puede afectarnos a todos y que de no saber manejar las emociones acorde a la situación que vivimos nos puede rebasar llevándonos a espacio inusitados que alteran nuestra percepción de nuestra realidad y del tiempo en que vivimos.

Ian Curtis
Ian Curtis

Estas creaciones son valoradoras y trascienden no sólo por evidenciarnos quiénes somos como humanidad sino por aventurarnos a descubrir el contexto en el que alguien que crea se ve influenciado y cómo el mundo lo lleva a esos lugares.

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