La vida interna de las cosas muertas
El colectivo, la subjetividad, la memoria, la plasticidad de las cosas, el devenir de la consciencia, todos estos son conceptos que se me vienen a la cabeza cuando observo las obras de Janus, artista plástico que trabaja desde múltiples plataformas para crear obras muy características. Aunque Janus se inserta en el mundo del arte contemporáneo desde una trinchera muy recurrente: la mezcla de técnicas y materiales, su experimentación es muy personal, y disociativa.
La persistencia de la memoria
La memoria hace presencia en las formas de cada obra del autor, los principios de todo siempre serán instantes alojados en espacios recónditos de nuestra memoria, y a esos espacios es que recurre Janus para elaborar sus piezas, una mezcla entre lo figurativo y lo real, una especie de forma orgánica que cobra vida a través de las texturas y relieves de los materiales diversos.
El reciclado como forma artística, como forma de composición o recomposición del recuerdo. Cada pedazo de material olvidado en la calle, cada trozo de papel encontrado por algún rincón de la casa, cumple la función del recuerdo, fragmentos de sí mismo conforman las obras. Las figuras geométricas tratan de ordenar el caos con el que se presentan las memorias, los colores le dan textura y sentimiento a la obra.
Janus entabla un dialogo con las cosas, las hace hablar, del ayer y del ahora, su diálogo se vuelve nuestro y nos dice las cosas que están ocultas en los recovecos del cuerpo, nos dice las cicatrices que se han borrado o permanecen, nos dice las convulsiones de la ciudad, nos dice los silencios que nos conforman.
Estar frente a la obra es estar frente al silencio que nos recorre y nos observa fijamente, es estar frente a la vida interna de las cosas muertas.
Sobre el autor: su obra ha sido reconocida recientemente en el Art Olympia 2019 en Japón, con mención honorífica. En 2014 participó en el International Art Exchange France en París y en el 5 ème Chemin des arts & de la Culture Internationale Toutry, Francia; fue seleccionado en la XlX Bienal López Sáenz, en Mazatlán.
