El alma se articula con el respiro de la franca creatividad; ensortijada, la materia cobra vida, se manifiesta en las profundidades del ser, aquello que subyace en los confines de un origen casi anónimo. El rumor artístico es interpretado para darle al resto de ondulaciones vertiginosas, colores y enlaces. El resultado de la marea incontenible es la riqueza progresiva de las propias ilaciones, que fijan y profieren la conciencia del placer; crear.
El valor crea una red interminable, donde las sensaciones quedan suspendidas en la estela de la imaginación; la obra se puede admirar en varios ángulos pero siempre ascendiendo y descendiendo, siempre viva, siempre consciente de que moverá miradas a pleno vuelo; en un pestañeo se transfigura la capacidad de percibir la similitud del artista, las pausas, la respiración y el entrelazamiento de los sentidos, la sensorialidad diferencial.
La evocación en la figura del ser humano, la ejemplificación de la sensibilidad puesta línea sobre línea, está conectada de un modo íntimo; dicha composición nos habla de un alma y su instantaneidad y como ésta se recompone dentro del propio panorama significativo del espectador, representación y objeto influyen en la experiencia del sujeto. El perfil de la figura humana nos hace reflexionar sobre el espacio al que correspondemos – ojos, manos, oídos – todo se reconfigura dentro del marco, traduciéndonos en emociones opuestas, vibramos en tonalidades aparte, y nos reconocemos iguales en apreciación y curiosidad.
La obra de Sadek Reynolds es una superposición donde la atención del espectador puede posarse con total libertad; la obra posee cualidades envolventes, la materia transmuta en lo imposible, y las ráfagas de una movilidad implícita articulan impresiones, cierres, datos; la imagen nos llama a observar con detenimiento a la propia humanidad inscrita en la naturaleza. La escultura es la continuidad que simultáneamente pasa a ser una rememoración de nuestra fuerza invisible y casi imperceptible existencia; el romanticismo de los coloridos ensambles queda marcado por la semejanza de un sólo corazón, siempre en ritmo, siempre en movimiento.
Manuel Alejandro Reynolds Martínez – Sadek Reynolds – es un pintor completamente autodidacta; su primera aproximación con el arte plástico fue mediante el grafiti; a participado en más de 30 exposiciones colectivas (2010- Exposición de Street art. LARVA. Guadalajara. Jalisco; 2012- Salón de Octubre. Ex – convento del Carmen. Guadalajara, Jalisco; 2013 – Multiple Abstrak.- Cuando los Demonios nos enseñan a pecar. Galería Ajolote; 2016 – Exposición colectiva. Centro cultural de España, Ciudad de México. 2016 – Exposición colectiva. Casa de la cultura de Ajijic, Jalisco; 2017- Micro dosis. Pitaya Galery, Guadalajara, Jalisco; 2017- Chirimihia. Casa de la Cultura de Autlán de Navarro, Jalisco; 2018 – Dando la cara. Centro Cultural Constitución, Zapopan, Jalisco. 2018- Perenne. Galería estudio Mexicaltzingo Guadalajara, Jalisco. ) e internacionales (2011 – Cholo Chair. Galería Barracuda. Los Ángeles, California. US 2014 – Mapping de obra en edificios. Ciudad de Nueva York. 2015- Festival de arte de sandiego california. 2016 – Guanatos locos. Estudio Nolita, Panamá, Panamá; 2013 – Ejecución de murales. Festival Arte en tu Ciudad. 2015 – Ejecución de murales. Festival internacional meeting of stiles. 2015 – Ejecución de murales. Festival pintura fresca 2013 -2015; Guadalajara. 2017- Mural para Festival Murales de Lázaro. Guadalajara Jal. 2018- Mural para patronato de Centro Histórico. Guadalajara, Jal. 2018 – Mural en el Mercado Corona con apoyo de la Secretaria de Cultura) por mencionar algunas y de igual manera ha sido ganador de residencia artística y beca (incubadora) por parte de galería estudio libertad Guadalajara, Jal. (2016) y seleccionado en el salón de octubre Guadalajara, Jal. (2012).
Colecciones:
Museo Claudio Jimenez. Fundación Fernando Barba. Patronato centro histórico de Guadalajara, Jal.
