El asesinato cambia el mundo

Teresa Margolles en Nueva York

Cuando la muerte, que no debió ser, es levantada del abandono donde yacía y llevada a una sala donde la injusticia se postra lastimosa ante nuestros ojos; cuando las atribuciones simbólicas de la violencia son rebasadas por la prueba material que acompañó al dolor, la brutalidad y la infamia, es entonces que uno se encuentra inefablemente frente a una pieza de Teresa Margolles. Por primera vez para la galería James Cohan Tribeca, de Nueva York, la artista mexicana presenta la exposición El asesinato cambia el mundo /Assassination changes the world, en donde se muestra el mas reciente trabajo de la artista, con el cual subleva la voz de los motivos más profundos de la violencia tanto en México como en Estados Unidos. Un trabajo articulado con comunidades que son afectadas directamente por la creciente violencia, muerte e impunidad, y que explora la corresponsabilidad de los países vecinos, al tiempo que se une en luto colectivo dentro de un contexto de trabajo y creación, entregado al duelo individual del espectador.

Super speed, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
© Teresa Margolles 2020. Imagen cortesía de la artista y de James Cohan, New York. Foto: Phoebe d’Heurle.

La pieza central de la exposición, El manto negro / The black shroud, 2020, es una instalación de 2,300 piezas de cerámica elaboradas por artesanos de Mata Ortiz, Chihuahua, quienes se han visto afectados por la violencia en su pueblo y los alrededores tomados ya por los carteles. Las piezas son producidas con arcilla de los depósitos de la zona montañosa y oscurecidos con humo de estiércol ardiente de vaca para después ser pulidos a mano con una piedra. Cada pieza de cerámica representa a una persona asesinada. Y juntas forman un manto que cubre un muro imaginario que, como en la frontera, tiene dos lados, donde la responsabilidad, las causas, pero también el dolor son indisociables.

El manto negro, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
© Teresa Margolles 2020. Imagen cortesía de la artista y de James Cohan, New York. Foto: Phoebe d’Heurle.
El manto negro, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
© Teresa Margolles 2020. Imagen cortesía de la artista y de James Cohan, New York. Foto: Phoebe d’Heurle.

En la serie El Brillo, fragmentos de vidrio recogidos de escenas de violencia son bordados con hilo de oro sobre terciopelo negro en prendas de alta costura por diseñadores de Nueva York. Las armas y las balas fabricadas en Estados Unidos, con las que se facilita y concreta la violencia, la muerte, la destrucción, han creado un mercado de riqueza y consumo inagotable. Los vestigios de destrucción de un vidrio al tiempo que alguien moría son llevados al glamour, tal como el comercio de armas en la frontera se alimenta de sangre y muerte. Para Teresa, el trabajo sirve para “implicar ideales ligados al gusto y la clase, a menudo impuestos al cuerpo, con un costo humano. Estas nociones occidentales de dignidad están conectadas con la forma en que los cuerpos subordinados son tan a menudo considerados desechables, y la imposibilidad de que las víctimas sean reconocidas más allá de un estado de humillación”.

El brillo, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
© Teresa Margolles 2020. (izq) Foto: Phoebe d’Heurle. El Brillo: One assassination shapes the world (Un asesinato forma el mundo), 2020 (Detalle). (der) Foto: Susana Cabrera
El brillo, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
© Teresa Margolles 2020. Imagen cortesía de la artista y de James Cohan, New York. Foto: Phoebe d’Heurle.
El brillo, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
© Teresa Margolles 2020. Imagen cortesía de la artista y de James Cohan, New York. Foto: Phoebe d’Heurle.

Super Speed / El Paso, Texas, 2020 es una foto de 24 cartuchos Winchester calibre 12 que recientemente compró en el Walmart de El Paso, Texas, el mismo donde el año pasado un hombre mató a 22 personas. Los cartuchos de la foto son de color rojo encendido y están colocados a manera de corazón humano. La caja de cartuchos le costó 5.93 dólares. El recibo de la compra está también expuesto y además impreso en carteles que el espectador se puede llevar consigo. El color rojo sangre de los cartuchos irónicamente ya venían así, y en la foto forma un corazón de balas sobre un fondo negro absoluto en segundo plano, como sostén y como consecuencia.

Super speed, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
© Teresa Margolles 2020. Imagen cortesía de la artista y de James Cohan, New York. Foto: Phoebe d’Heurle.
Receipt, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
Receipt, 2020. Foto: Susana Cabrera

También la exposición presenta dos bancas hechas con materiales recogidos de la escena de un asesinato en Ciudad Juárez y coladas en cemento, que como tantos otros trabajos de Margolles, no equivalen a una metáfora, a símbolos, no son referentes, pero son el dolor, la pérdida, la brutalidad y la injusticia materializados.

Dos bancos, Teresa Margolles - Apócrifa Art Magazine
Dos Bancos, 2020. Foto: Susana Cabrera

Teresa Margolles igual ha fabricado banderas de genocidio con sangre que ella misma recogió; ha limpiado el piso con agua donde gente yacía inerte, agua que después absorbió con trapos, exprimió y edificó esculturas de cemento; ha asistido a tiroteos para recoger sus restos; ha convivido con comunidades insertas en violencia e injusticia y recogido objetos acompañantes de la muerte. Con todo ello ha llevado su implacable arte a todo el mundo, ha estado dos veces en la Bienal de Venecia, en donde recibió una mención de honor del jurado en 2019. Tan solo en ese mismo año, hizo exposiciones individuales en Austria, Bélgica, Chile, Venecia, Colombia, Holanda, pero ha expuesto y es parte de múltiples colecciones de arte en Italia, España, Alemania, Polonia, Canadá, Estados Unidos y México, por mencionar solo algunos.

Pero regresando a Nueva York, en esta nueva entrega la artista expande la responsabilidad, tocando con objetos de muerte a la industria militar, la economía global y sus consecuencias en marginación y muerte: el terrible lugar donde el trabajo de Teresa Margolles justamente comienza.

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