El propósito de la obra es fluir con el goce que se presenta en dicha observación, en la sustancia que se desliza ante las primeras impresiones, el recorrido fiel de las indivisibles formas, que confrontamos en la categorización de nuestra propia noción del arte. Al percibir las figuras entrelazadas en mágicos tonos pastel, nos sentimos en la estadía fraternal con el objeto; la calidez de la composición nos deja de sorprendernos en su libre curso, en la delicada conmemoración pulsional que contienen las interdependencias del autor con su entorno pictórico.
La determinación tonal que nace de los términos, de la propia ilusión, en las referencias de la diafanidad determinativa del arte, acentúa el estallido creativo del artista; las pinceladas son el momento justo de redactar la rebelde batalla entre la creación y la distancia con la experimentación, el efecto de la contrastación de hechos y pensamientos clarifica lo creado; la plástica se presenta con el simbolismo y firma de quien le trajo a la vida, a la vertiente desnuda de la realidad presente.
El pasaje de la plena contemplación del otro, concierne a la experiencia del creador y al estatuto imaginario, donde los lugares son ensalzados con la apacible alternación de la figura estable, el valor suspende la monotonía y produce a través del arte de Jesús Gallardo una atmósfera donde todos podemos sentirnos y concebirnos en una colorida tranquilidad.
La consistencia sustancial de los cuerpos, de las misteriosas imaginaciones, se posicionan con el efecto de la fantasía independiente, el sitio nos concede una particularidad, el color es el goce extracorpóreo que nos detiene a medio camino, para admirar las coincidencias de la propia alegría. La obra de Gallardo es la unión sucesiva de las extensiones gratificantes del propio espíritu artístico, con la participación constituyente en la colectividad. La causa singular de las formas es la universalidad de las mismas y su compromiso accesible con el público espectador.
Se puede hacer un recorrido virtual de la obra del autor, a través de sus redes sociales, para que alegren la mirada con la propuesta artística de este exponente de la plástica mexicana: facebook e instagram.
La infancia de Jesús Gallardo siempre ha estado en el mundo del arte; en 2001 estudió la carrera de fotografía en la escuela de artes plásticas de la Universidad de Guadalajara, paralelamente realiza murales en diversos puntos de la ciudad. Recorrió camino en el mundo del graffiti, utilizando ésta como herramienta que enriquecería su lenguaje artístico.
Su obra pictórica se ha consolidado en un estilo abstracto simbólico. Ha expuesto su arte en diversos países y estados de la república mexicana, en múltiples exhibiciones colectivas e individuales, proyectos privados y públicos. Actualmente realiza ilustraciones, murales, lienzos etcétera, utilizando acrílico, aerosol, óleo, óleo pastel, acuarela, implementando técnicas mixtas que en algunas ocasiones llegan a ser experimentales.
Dentro de la música ha participado en proyectos con diferentes bandas, pero actualmente desarrolla su proyecto solista “La Sangre Sepia”, donde explora la mezcla entre lo acústico y lo electrónico, disonancias y sonidos tersos, obteniendo principalmente piezas que en esencia son experimentales, acidas y nostálgicas.
Con su esposa Adriana Cerpa, realizan fotografía de alimentos, comercial, fashion y arquitectura, pero en la parte personal, Jesús captura la esencia de lo cotidiano, de las cosas, de la naturaleza y de las personas. Su estética es minimalista, caracterizándolo por la limpieza y claridad de la imagen.
