Fotógrafo de profesión, reportero gráfico, director de fotografía en diversas cintas y anuncios publicitarios, Massimo Vitali lleva desde 1993 mostrando la inquietante realidad de playas en tiempos vacacionales.
Su obra se ahonda en el comportamiento humano mientras vacaciona. Lugares asolados por hordas de seres que en masa abandonan la ciudad, el espacio masivo por antonomasia, y llegan a colonizar por días la tranquilidad de la ausencia.
Las fotografías de Massimo Vitali, realizadas luego de alzarse sobre la masa, inquietan por lo habitual de las escenas: hombres en pleno filtreo con su contraparte, costumbres de ocio donde el ser humano se despoja de su personalidad para unirse en un ritual comunitario que se conjuga en plural. Son imágenes que recuerdan a esas fotografías de animales en su hábitat, registros gráficos donde la masa absorbe por completo al individuo.
Graduado del London College of Printing, la mirada de Massimo Vitali se ha afinado conforme pasa el tiempo. Mientras que los paisajes en los que los centra su trabajo son espacios casi vacíos sin edificaciones o intervenciones ajenas a la naturaleza, quienes son retratados contrastan con esto. Hombres y mujeres enfundados en ropa multicolor, captados mientras bailan en grupo, o están tendidos en la arena bajo sombrillas y rodeados de hieleras y toallas. Irrumpen, se adueñan, colonizan. Fotografías que inquietan porque reflejan nuestras profundas contradicciones, buscamos la unicidad mientras estamos rodeados en las sociedades citadinas, pero abrazamos con entusiasmo la perdida de personalidad apenas nos encontramos en un lugar ajeno.
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