Mutabilidad del cuerpo II

Mutabilidad del cuerpo, Apócrifa Art Magazine
Img – Tavo Montañez

Bachelard, en su poética de la ensoñación habla de los espacios que pueden ser habitados, y de ellos el más importante es el hogar, como lugar-receptáculo de las proyecciones de los personajes. El cuerpo ocupa el mismo lugar que la casa (hogar), y permite elegir entre todas esas proyecciones o rasgos psicológicos, cuál será el indicado para tal o cual situación.

Los cuerpos se adaptan, pueden representar diferentes emociones y situaciones cuando se les escribe, su discurso es todos los discursos. En el cuerpo encontramos las visiones de las clases sociales, los ideales del poderoso.

Las relaciones sociales que se establecen dentro y fuera de casa están marcadas por las formas que adopta el cuerpo, y esas formas están determinadas por el momento: la vestimenta, las fragancias, las adecuaciones hechas para enfrentar los diferentes contextos. Escribir el cuerpo es pensar en todas las realidades posibles a las que se enfrentará.

Mutar es trasladarse, ser uno mismo y todos aquellos a quienes te enfrentas desde el espejo del cuarto, la ventana de la casa o las calles de la ciudad, cada enfrentamiento supone un rostro nuevo, una voz nueva, una idea-cuerpo nueva.

El cuerpo nos llama, habla de las edades ciegas, nos incita, cuando el cuerpo y su desnudez se escriben nos hacen una invitación, el banquete está servido y los individuos van a él.

Estar frente al cuerpo escrito es dolerse de no poseer, y en el dolor se encuentra el deseo de alivio, de satisfacción, por eso vamos por la vida buscando el sabor del cuerpo, la idea del cuerpo, porque nos gusta poseer más que la carne, la idea, ideación de la carne.

Como si en ella estuviera contenido no solo el cuerpo (hecho físico) sino la esencia de la persona (hecho metafísico). La metafísica del cuerpo radica en su doble esencia: corpóreo y etéreo, nos produce buscar sus presencias, sus proyecciones, alcanzar el momento justo de estar en él.

La estancia es la posesión absoluta, el resultado de la búsqueda del cuerpo, cuando lo poseemos el tiempo se detiene, hemos accedido a las edades, la eternidad se nos presenta en forma de poro, de pliegues, accedemos al ser-tiempo cuando sujetamos otro cuerpo y este nos posee.

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