Las ventanas son portales que nos permiten dimensionar el mundo de dos maneras, de la forma en que es y de la forma en cómo lo construimos. Estas ventanas, estos portales en ocasiones son lugares físicos, como las que tenemos en nuestras casas y en otras son digitales, como todas nuestras pantallas y nuestra relación e interacción a través de ellas, universos interconectados y divididos por la misma figura.
Sin embargo existe un espacio dedicado a la conexión con espacios aislados dentro de un lugar determinado, una especie de cápsula que aparta todo, encierra una idea mostrada a los ojos de los demás: los escaparates.
En cualquier tienda donde se cuente con un escaparate, los establecimientos o empresas muestran de forma tan alternativa, casi ficticia, sus productos (algunos ponen más empeño que otros) obedeciendo a la impresión que quieren dar de sí. Generalmente la experiencia con los escaparates es agradable al ojo común, no genera un gran impacto si las tiendas se limitaron a exhibir sus productos de una forma u otra.
Por otra parte están aquellas empresas que buscan hacer de ese espacio de exhibición algo más que una muestra de sus productos, convertir esa herramienta del mercado en un anuncio que no sólo impacte, sino que atraiga a las personas a la contemplación tocando sus emociones y su apreciación estética por muy reducida que esta sea.
Una de estas empresas es Louis Vuitton, marca de ropa que ha optado no sólo por evidenciar sus productos a la gente con una campaña sorprendente que agrada a casi cualquier persona. Ellos han apostado por algo más y en vez de trabajar sólo con un diseñador, trabajan con verdaderos artistas que convierten esas ventanas en una mirada a la inventiva de la marca, a la esencia de la moda que en ocasiones es incomprendida por lo poco útil que podría verse en pasarelas.
Louis Vuitton Windows es un libro realizado por Vanessa Friedman y editado en el 2015 por Assouline, y muestra el trabajo en conjunto realizado entre la afamada marca y artistas de distintas disciplinas quienes ven en este espacio un escenario para poder mostrar su trabajo, su arte. Figuras como Yayoi Kusama o Sofía Coppola intervienen para crear algo más que una entidad publicitaria, sino una entidad artística de la propia marca.
El libro por sí mismo también es una pieza de arte con caja y cubiertas de polipiel, páginas cocidas a mano fotografías insertas en las páginas en vez de impresas sobre el mismo papel, páginas triples y demás conjuntos que hacen que la experiencia de la lectura, o apreciación, del libro desemboque en algo grato para quien lo contempla.
Sin duda alguna los libros pueden pasar a ser digitales, totalmente, pero las obras de arte siempre tendrán que ser vivas, en contacto con su espectador quien juzgará el trabajo y el esfuerzo de retratar ventanas que esperan ser admiradas.
Ficha técnica
Título: Louis Vuitton Windows.
Autor: Vanessa Friedman.
Año: 2015.
Género: Libro de arte.
Editorial: Assouline.
Sitio Web: www.assouline.com
