Esta mañana, el bullicio de una de las estaciones centrales del sistema Metro de la Ciudad de México se vio asaltado por una saturación de frases que gritan a los usuarios de éste sistema de transporte colectivo.
La primer obra en México de la reconocida artista conceptual Barbara Kruger (Newark, Nueva Jersey, EUA en 1945), vive sus primeras 12 horas en frenético contacto con los habitantes de una de las ciudades más pobladas del mundo.
Empatía, una obra de arte conceptual que envuelve casi todo el espacio de la estación Bellas Artes con preguntas genuinas de la artista buscando generar una consciencia social. El ejercicio artístico tiene como antecedente la intervención del Metro de Londres.
Kruger, quien no vive en la Ciudad de México, se involucra con la sociedad buscando descifrar su contexto socio-cultural, para esta exhibición a tomado como campo de investigación a la ciudad de Los Ángeles, California, donde se replica esta situación de diferencias, tolerancia y apatía.
Influenciada por la ideología de Barthes y Focault, la artista estadounidense se expone a una audiencia cautiva interviniendo en las redes de relaciones sociales que definen la identidad de cada individuo.
El impetuoso trajinar de los usuarios del metro, cesa ante cuestionamientos revestidos en los colores patrios ¿A dónde vas? ¿Dónde has estado? ¿Quien la hace, la paga? ¿Basta debería de ser suficiente? Las oraciones en alto contraste se adhieren al pensamiento del espectador, se impone la visión de Kruger.
La trayectoria de Barbara Kruger tiene un lugar fundamental en la historia del arte contemporáneo, su característica estética se desarrolla a la par del nacimiento del movimiento conceptual en el arte a finales de los años sesenta, cuando irrumpe la escena neoyorquina con collages de fotografías en blanco y negro de contenido político, social y marcadamente feminista.
Empatía deja de lado los collages, se muestra sobria y contundente al mismo tiempo, ésta pieza de arte conceptuel tiene hoy un papel protagónico en el espacio de la estación Bellas Artes, el tiempo mostrará si este ejercicio de cuestionamiento y reflexión se replicará en la vida de la sociedad y de sus habitantes.
