Daniel Lezama

La obra de Daniel Lezama, de trazo fuerte y regulado por una drástica paleta, son cuerpos de trabajo, son cuerpos de uso, no son cuerpos enfermos, son todos los cuerpos, el gordo, el flaco, el niño, la mujer, el anciano, para todos ellos existen un respeto el cual el artista enaltece.

Tierra y carne, pliegues y realidad.

TXT – Miguel(así,sinapellidos)

“Históricamente en occidente, el cuerpo desnudo tiene la función de metaforizar la verdad. Lo que es verdadero es lo que está despojado de maquillaje, de apariencias. De alguna forma, a mí lo que me interesa en mi trabajo es acercarme a cosas elementales, a cosas existenciales, de la vida humana, del espíritu humano, que se manifiestan a través de una corporeidad, donde lo que se revela es el estatus físico de la necesidad: qué tan cerca estás de morir, de reproducirte, de tener hambre, de tener sed. En fin, ese cuerpo elemental es el que más me interesa pintar, todo tiempo es un vehículo de metáfora, de alegoría”, mencionó Lezama, un tanto libre y despreocupado, en relación con el cuerpo humano.

Daniel Lezama, Apócrifa Art Magazine

Con un taller noble en un viejo edifico cerca de la Alameda Central, en la ciudad de México, Daniel Lezama se dedica a pintar. Obras de gran tamaño que cubren muros grandes, un suelo al que el tiempo ha exigido sentimientos, un par de ventanas por la que la luz acaricia los pinceles, pinturas de medio formato que miran a su creador, frascos, oleo, pinceles, errores, arrugas, cuatro reflectores, un equipo de sonido viejo, alguna mesa que aun soporta el peso de los pensamientos del inquilino, algún par de libros, trapitos, plástico, algunos carteles en la entrada y una guardería de lienzos con colores plasmados, son el contexto en el que un cuerpo pinta, trabaja, cuerpos mexicanos.

Lezama trabaja con su entorno, busca en las inmediaciones de su sociedad la metáfora, es decir, su discurso no habla sobre lo que no conoce, un caso es lo que hace en su obra, “parte de la misión del artista es darle voz a lo subterráneo, a lo oculto” afirmó. Con esto cercioró un amor especial por los cuerpos comunes, los de la sociedad, “el cuerpo mexicano, el cuerpo indígena, o el cuerpo común y corriente de la calle, sea del color que sea, se mantiene por lo general oculto socialmente, es decir, sus manifestaciones más visibles siempre son exclusivamente pintadas, nos hablan de un maquillaje hacia la realidad espiritual… ese es uno de los vehículos con los cuales yo engancho al espectador a mis narrativas”, comentó el pintor refiriéndose al trabajo de descubrir lo normal, lo que no se conoce del cuerpo sencillo.

Daniel Lezama, Apócrifa Art Magazine

Daniel Lezama, Apócrifa Art Magazine

A pesar de que Lezama concentre su trabajo en cuerpos comunes de la sociedad mexicana, pareciera que en su trabajo existe una protesta social, mas no es así. Él considera que su trabajo colabora bajo una crítica espiritual, ya que no tiene la autoridad como persona o como artista para criticar o despojar socialmente algo, “lo que yo de alguna forma pinto es lo que digiero, de lo que veo o de lo que imagino de mi entorno espiritual y cultural… mi trabajo no habla de los malestares sociales, de hecho, la forma en que yo presento esos cuerpos aparentemente indeseables es una forma deseable, entonces no es una crítica”.

La obra de Daniel Lezama, de trazo fuerte y regulado por una drástica paleta, son cuerpos de trabajo, son cuerpos de uso, no son cuerpos enfermos, son todos los cuerpos, el gordo, el flaco, el niño, la mujer, el anciano, para todos ellos existen un respeto el cual el artista enaltece. Debido a que la expresión del cuerpo es la manifestación de la sinceridad, el lente primordial de Lezama se trata de su amable imaginario, “el cuerpo es la representación de la verdad”.

<< Relacionado: Online Magazine - En cueros >>

Viajeros

Daniel Lezama, Apócrifa Art Magazine

Dentro de las imágenes que aquí presentamos, las cuatro primeras forman parte de su último trabajo, Viajeros, el que ha surgido tras dos años de conspiración con sus muros. Con un tono de seriedad, la voz de Lezama sembró una grata idea de esta serie, la que muestra a un pintor maduro, con una expresión silente y de enorme concentración, pareciera que al hombre le saldrían lágrimas de sus ojos cuando comentó de ello. Al parecer, nuestro artista ha llegado a una nueva etapa, ha cerrado un ciclo y con ello esta obra que tendrá lugar en la galería Hilario Galguera en la ciudad de México a finales de mayo de este año.

Daniel Lezama, Apócrifa Art Magazine

Hay que soportar el viaje para descubrir el secreto de la fascinación que intromete al espíritu, la gente que vino a México, apasionados, llegaron con el corazón abierto y ahora son parte de la magia de estas tierras.

http://www.daniellezama.net/

Más de Apócrifa Art Magazine

Lo + visto 14

Décimo cuarta entrega de lo más visto en Apócrifa Art Magazine, entregamos...
Leer más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.