Matiz inconstante de la sociedad moderna
Las tonalidades que flotan sobre la vacuidad humana, están a la vuelta de la esquina, en un buenos días, en los imprecisos garabatos del mantel de papel, confundiéndose con los imponentes círculos de un café, disfrutado hace ya varios minutos, y a veces también está en una ojeada al vuelo, al flash, cuando vamos caminando por la calle y entonces todo se detiene; nos damos cuenta de la avenida estresada, la expresión empapelada, la risa contenida. La gente hierve, está envuelta en una inmaterialidad, una marea roja de ardientes tonos que asfixia, y así, el camino se evapora lentamente, mucho después de haber llegado a casa.
Es por eso que invito a todos los lectores digitales, a que desvíen un poco el reflector del bullicio mediático y den click a la página oficial de Mario Navarro (www.marionavarrosales.com.mx) en verdad quedaran asombrados con el trabajo de este artista mexicano, donde toda imagen es un ritual. La vida se nos va entre intocables tonos pantone, a veces es bueno reflexionar entre otro tipo de colores más vividos.