La estética del futuro en el pasado, Augustine Kofie
Pepe Aguilera
Construir una obra cuesta, más que trabajo, tiempo, silencios, momentos con uno mismo, eso es lo que Augustine Kofie ha logrado generar a lo largo de los años: construir su propia estética basada en el arte urbano (grafiti) y en la arquitectura.
Las figuras multidimensionales, los trazos básicos, las trayectorias de las líneas que se unen y se bifurcan, los colores de antaño nos revelan un pasado y un futuro que son lo mismo: la añoranza por el presente perdido y que está por perderse.
Observar las obras de Augustine es pasear por las calles de la ciudad, recordar instantes que se han quedado pegados a los muros de las casas y de los edificios altos. Cada imagen es un plano del recuerdo, uno se para frente a ellas y observa el movimiento dentro de la casa, dentro de la oficina, dentro de sí mismo. La estética del futuro está en el pasado, en la añoranza de lo que ya se ha ido. Ahí comienza la creación.
Cuando uno es pequeño quiere ser muchas cosas, pero una sola se queda fija en la mente, los planos de edi cios y las calles que se desdibujan en la obra de Augustine nos ponen frente a frente con el pequeño que quería ser algo.
La obra de Augustine Kofie es muchas cosas, solo falta pararse frente a ella y darse cuenta.
