La arquitectura de Mies van der Rohe se caracteriza por la composición geométrica, la ausencia de ornamentos y sencillez de elementos estructurales. Se cimenta en las proporciones y potencia el papel expresivo de los materiales. La piedra, el mármol, el acero y el vidrio en su versión más pura son constantes en su obra. A lo largo de su trayectoria, la obra de Mies muestra una tendencia cada vez más hacia la simplicidad, a la abstracción y al raciocinio de un todo continuo.
En 1912 conoció a Mondrian, su pintura abstracta ceñida a formas simplistas influyó en Mies, su obra evolucionó en planos más limpios, donde los espacios fluyen entre las habitaciones, nunca cerrados, se distienden hacia el exterior integrándose con el entorno.
Mies realizó proyectos para rascacielos y viviendas unifamiliares, destacan la Villa Wolf, la casa Esters, la casa Lange y la casa Kempfeld alcanzando la máxima expresión de su estilo con el Pabellón de Alemania (Barcelona, 1929), obra singular de un espacio fundamentálmete vacío, su fuerza expresiva se refuerza en la transparencia de sus espacios, la diversidad de los materiales como el mármol, el travertino, el vidrio, el acero y la relación de estos con el agua. Se destaca también el mobiliario diseñado por el mismo Mies de donde se extrae la silla de Barcelona, de cuero y acero.
En 1930 es nombrado director de La Escuela de Arte y Diseño de La Bauhaus, primero en Dessau y posteriormente en Berlín, donde la escuela fue clausurada por el partido nazi, fue entonces que Mies emigró a los Estados Unidos.
De su estancia en América, se destaca su nombramiento como director del Instituto de Tecnología de Illinois. Construyó numerosos edificios como el Crown Hall, La casa Farnsworth o el Edificio Seagran en Nueva York, el más destacado de sus rascacielos.
La obra de Mies van der Rohe, documental online.