Apócrifa Art Magazine

Toledo – Monsiváis

El arte de una amistad irreverente

En el marco del XV aniversario de la fundación del Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO), se inauguró la exposición Toledo-Monsiváis. La muestra que ha tenido un recorrido por la CDMX, Mérida y Tijuana, llega a la ciudad de Oaxaca, donde el pintor juchiteco radico los últimos años de su vida, impulsando el arte y defendiendo causas sociales.

La exposición itinerante cuenta con curaduría de Rafael Barajas “El Fisgón” que integra piezas provenientes de la colección Monsiváis y el museo del Estanquillo. La exposición cuenta con más de 60 piezas del pintor escultor y grabador Francisco Toledo, así como notas y comentarios del escritor Carlos Monsiváis respecto a la obra del artista oaxaqueño.

Monsiváis (Ciudad de México 1938-2010), el último gran cronista–ensayista de la Ciudad de México, cultivo una amistad y complicidad con Francisco Toledo (Juchitán, Oaxaca 1940 – 2019), el artista más reconocido e importante de los últimos años en México. Ambos participaron activamente en la vida pública y cultural de México legaron un patrimonio intelectual y social que prevalece latente en las transformaciones artísticas y sociales del país.

Las piezas que integran esta muestra enfatizan la relación entre estos dos personajes. Algunas de la piezas montadas fueron obsequio del pintor al escritor y en varias de ellas pueden leerse las dedicatorias, –cuatro de los trabajos de Toledo son retratos de Monsiváis, a quien solía recordársele rodeado de gatos. Sin embargo, el artista juchiteco en vez de mostrarlo así, optó – en dos de estas pinturas – por transfórmalo en felino.

Carlos Monsiváis, en El arte memorioso de Francisco Toledo, nos dice:

“Toledo, dueño de una cultura plástica, es, en su obra, animista, racional, ferozmente sexual, reiterativo, original, autocritico, capaz de sequedad alucinada y la ternura tímida. Y se asegura de la correspndencia obligada de temas y medios expresivos. En cuadros, gouvaches, grabados, cerámica, la fábula es un despliegue de formas y las formas son momentos del relato interminable de Toledo, del peregrinar de una zoología fantástica.”

La muestra reúne parte del imaginario del pintor relacionada a su distintiva zoología fantástica que mezcla lo sexual y animal; se incluye una serie entorno a Benito Juárez en a que a partir de una mezcla de varias técnicas Toledo elabora retratos nada convencionales del presidente Oaxaqueño; dentro de este halo irreverente también se encuentra en el montaje algunas intervenciones a grabados antiguos a los que imprime humor negro a la temática religiosa. Este último conjunto sirvió para ilustrar una edición especial de la obra Nuevo Catecismo para indios remisos de Carlos Monsiváis.

Otros temas que atrajeron a ambos fueron, la lucha libre, las estampas de Guadalupe Posada y la poesía, por ello no podía faltar en esta exposición un espacio con varios ejemplos de estos tópicos.

Con la reciente partida del maestro Toledo. La exposición se vuelve un homenaje póstumo a dos figuras imprescindibles, dos amigos, dos maestros, dos creadores que cultivaban la ironía y la critica a través del arte, la irreverencia y el humor negro.

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