La Estética de lo posmoderno no solamente alteró la vida artística, dejándonos en un vacío interminable, también alteró el sentido de la moda y lo agradable a la vista. Hemos ido de los modelos robustos a los modelos delgados al extremo y vuelto a los robustos en un lapso de tiempo no muy corto, pero tampoco muy largo, y en el inter, siempre un vacío. Nos encontramos en ese inter, en ese vacío que intentamos llenar a toda costa.
1. Hemos intentado llenar ese vacío con cuanta comida encontramos, o al menos esa es una de las múltiples ideas que se desprenden de sus obras. El sobrepeso como un instrumento que nos ayuda a soportar esta ausencia. Las personas engordan no sólo por placer, sino porque se sienten perdidas en este mundo que nos ha dejado el posmodernismo, es un juego que nace de la palabra Placer (Lust en inglés) que tiene semejanza con la palabra Perdido (Lost).
2. Buscamos refugio en aquello que creemos. No sabemos qué ha sido de Dios, pero sí sabemos qué es de los héroes, superhéroes y de la comida, tan cercanos a nosotros, tan parecidos a nosotros.
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Si unimos este sentimiento de absurdo nacido de la mezcla entre corrientes artísticas con el hecho de que los personajes están desnudos, visten trajes y máscaras y son obesos, entonces podemos decir que hemos alcanzado la estética de la dismorfía, nacida de una malformación en la percepción de la realidad, que nos obliga a querer estar llenos para no sentir tanto vacío.