La creación sostenida en un sueño
El arte está contenido en el suspiro de la aleación, ese enfrentamiento mineral, ofrece al artista escultor un encuentro vivido con lo que habita en las profundidades de la tierra; este acercamiento al bronce, marfil, piedra o madera, modela al propio artista; la materia resuena, se conforma en un relato de millones de años al ser trabajada, para contar al creador, la sucesión maravillosa de los días a través de su obra. Las inquietudes de nuestros lectores sobre el sorprendente arte de la escultura son respondidas por el escultor español José Miguel Pino, en esta entrevista donde la aproximación con la creatividad se da desde temprana edad.
¿Cuál fue tu primera inquietud y contacto con el arte?
Desde niño siempre me llamó la atención todos los dibujos y pinturas de animales. Recuerdo con mucha claridad los dibujos que Iván Fernández de la Viña hizo para la enciclopedia de Félix Rodríguez de la Fuente.
¿Cuáles han sido los mayores obstáculos a los que te has enfrentado, para obtener un estilo propio?
Conseguir que la obra hablé por sí sola a través de una síntesis. Que no se precise una explicación.
¿Cuáles son los temas que aparecen en tus obras? ¿De qué tratan?
Tratan de la fuerza y la energía que transmite el mundo animal. Intento captar la esencia del animal que estoy representando. Desearía ser capaz de hacerlo con la magia con la que los hombres primitivos lograban representar en las paredes de las cavernas. Me interesa mucho el animal totémico, como captador de energías. Esa parte espiritual que conecta a los animales con ciertos valores que nos transmiten. No es casualidad que el Imperio Romano escogiera al águila o la India al león para representar a una nación.
¿Puedes contarnos más acerca de tu técnica?
Todo comienza con una inspiración, una idea que suelo encontrar al tomar contacto con la Naturaleza. Le sigue un estudio pormenorizado del animal que quiero representar: su anatomía, proporciones, maneras de moverse y expresarse… Trato de buscar las líneas definitorias de su imagen corporal que le dan ese carácter. A partir de ahí hago bocetos en papel y también representaciones a pequeña escala, de bulto redondo, para estudiar la postura que voy a escoger. Realizo una síntesis de esas formas y las corto en metal que luego sueldo tratando de conseguir lo antes indicado.
¿Qué momento del día es idóneo para ti como creador y por qué?
No tengo un momento predilecto. Cualquier momento puede ser bueno. Cuando me pongo a trabajar me abstraigo tan pronto pasan 10 minutos. Me gusta trabajar en soledad.
¿Qué es lo primero que suelen notar las personas o el público virtual al apreciar tu arte?
Según se repite en los comentarios que se hace de mis obras, suele ser un sentimiento, una emoción. Llama la atención que a partir de algo inerte y frío como es el metal, se perciba vida. Me dicen que consigo que los ojos transmitan. ¡Éstos son los mejores piropos a mi obra!
¿Cuáles son tus influencias artísticas?
Estoy muy influenciado por escultores animalistas como Pompon y Rembrandt Bugatti, por su aportación de la esencia y la postura del animal. De la actualidad Bart Walter y Parker Macdonald. Sus obras son sencillas en composición y bajo mi punto de vista esto les confiere una elegancia especial.
¿Qué recomendaciones le darías a una persona que se inicia en el arte plástico?
Que cree tanto como pueda, lo muestre al mundo (a mí este segundo paso me costó darlo), tanto a través de exposiciones como de las RRSS. Por último que sus perfiles de arte, estén separados de sus perfiles personales.
José Miguel Pino Vázquez (España). Estudió escultura en la escuela de arte de Granada (2011). Ese mismo año, recibió el primer premio de la Fundación Robles Pozo por la obra Chrysaetos (águila en chapa batida, a tamaño real, sobre piedra). De 2011 a 2015 estudió Bellas Artes en la universidad de Granada.