Apócrifa Art Magazine

De cosas dulces

Sweet Things

Damos la bienvenida en nuestro sitio web al cineasta nórdico Henry K. Norvalls con otro de sus cortos que invita a la reflexión y que demuestra su agudo sentido de conciencia social. A Norvalls le gusta crear escenas altamente cargadas de un contenido especifico, pero al hacerlo, nos pone a la mesa un debate con temas más grandes que nosotros mismos.

Su anterior cortometraje “Shower”, exploró los fundamentos eróticos de la homofobia de un hombre, en esta ocasión “Sweet Things” aborda el acoso de las mujeres, no a través de la mala conducta manifiesta, sino la sutil falta de respeto exhibida en un ámbito profesional por hombres con poder.

#MeToo fue el movimiento cultural que definió 2017, por lo que es apropiado que una película sobre masculinidad tóxica sea mostrada y el tema no se entierre, tal vez nunca. Es también la forma en que el cineasta noruego explora el tema que hace que “Sweet Things” sea tan especial. En lugar de exponer de forma malvada a un “hombre malo”, Norvalls crea algo mucho más sutil: una mirada inapropiada que te hace encogerte, un leve contacto corporal hace que te dé una vuelta el estómago.

Si vamos a abordar el problema de la mala conducta sexual, tiene que ser algo más que las historias obviamente atroces: los Weinstein … los Tobacks. Más bien, tenemos que enfrentar la manera oculta en que las relaciones de poder basadas en el género se han insertado en todas las grietas de la sociedad. Este cortometraje es justo el tipo de martillo necesario para comenzar a romper la superficie del problema.

La película tuvo un gran impacto en mí como hombre, y como jefe, fue una oportunidad para la autorreflexión. Se inspira en una situación de la vida real con una mujer que conoce a un empleador potencial que no está tan interesado en sus capacidades reales.

La guionista Line Dalheim observó esta escena en un café en Oslo en 2015, y descubrió que el comportamiento del posible empleador le parecía un poco fuera de lugar, aunque notó que se sentía realmente enojada con la mujer que estaba permitiendo el comportamiento. Es un comportamiento del que tal vez muchas mujeres saben demasiado, más de lo que deberían. Lo que hace “Sweet Things” es que nunca convierte al jefe en una caricatura, es una acumulación difusa de señales. Si no podemos ver lo que está mal en “Sweet Things”, entonces somos parte del problema.

Salir de la versión móvil