La constante actual en la obra de Chen Wenling se caracteriza por una serie de figuras grotescas, perversas, incluso depravadas. Entre otros, los cerdos ocupan un lugar destacado gruñendo, sodomizando, etc. la obra satírica de Weling se basa en una serie de influencias, que en particular tienen origen en el trabajo de Auguste Rodin, Pablo Picasso, Salvador Dalí, y Fernando Botero.
El artista de origen chino busca encarnizadamente una reacción visceral, de cualidad “inaceptable”, bandera de su obra como su mayor potencia.
Una constante crítica que se vale de impresionantes rasgos burdos que pueden llevar al espectador al grado de la repulsión, acapara poderosamente la atención al tiempo que se descifra una crítica social tomando al cerdo como centro metafórico, el artífice de estas grandes masas de silicón, el escultor contemporáneo chino Chen Wenling
