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Cheetah EP

Cheetah EP - Aphex Twin

Aphex Twin

El pasado 14 de septiembre Aphex Twin sacó su más reciente producción: Collapse EP, otra joya en el haber de su discografía. Pero me detendré, aquí a hablar, no de lo nuevo, sino de Cheeta EP, uno de sus trabajos menos valorados.

Cheetah Marketing TM, empresa ingleses de instrumentos electrónicos, fue indomable para su época. O eso cuenta la leyenda. Su uso comercial resultó limitado, poco referido y sólo los grandes productores, o geeks del medio, sabían de las implicaciones. Para su manejo se requería de una gran habilidad técnica. Quien se atrevía a utilizarlos era respetado entre los conocedores de la vieja escuela análoga.

En la preparatoria, un amigo y yo, disfrutábamos de escuchar mucha música electrónica. Él, más sociable; yo más arisco, conocía a otros tantos weyes clavados en las mismas ondas.

Íbamos a sus bonitas casas y departamentos a fiestas de tres a treinta personas donde mezclábamos nueva música que íbamos conociendo. Entre estos weyes, uno, era hijo de un importante productor de música. Fernando, se llama. Niño algo rico, de padres progresistas; un día nos invitó a su casa en Interlomas. Fuimos a ver “un tesoro de la electrónica”. Sus padres estaban de viaje.

Pensando qué chingados podía enseñarnos en una casa de por sí ya impresionante, fuimos a la planta baja, una especie de “sótano”. Prendió las luces y aparecieron chingos de sintetizadores análogos, cajas de ritmos, secuenciadores; un sueño para cualquier productor de música.

Nos contó la leyenda referida por su padre, la importancia del tesoro. Probablemente su papá, como ingeniero, sabía bien lo que había detrás de cada aparato y los MS800, MS6 y un M8 de la marca antes mencionada eran aquellos tesoros. “¿Quieren probarlos?”, dijo, y lo único que pudimos generar fueron horribles ruidos, dos o tres notas paneadas con secuencias rítmicas incomprensibles.

Su padre tampoco podía hacer gran cosa con ellos. Por eso el sintetizador y la caja de ritmos eran una leyenda. Un recuerdo sin importancia, hasta la salida de Cheetah EP (2016).

Cuando lo escuché la primera vez, quedé sorprendido, boquiabierto. Sí, sólo Richard D. James podía hacer un trabajo de este calibre. Las primeras críticas lo acusaron de romper con su estilo. Al parecer no entendían el reto del medio por él utilizado. Para un disco de tan sólo 33:49 min., Aphex Twin logró pulir los sonidos más variados ante un “sistema intratable”. Con pasajes sónicos en forma de sketches –CHEETA1b ms800, CHEETA2 ms800– él prueba las posibilidades de los sintetizadores.

En los tracks propiamente dichos –el resto de las pistas– reúne técnicas rítmicas y acústicas desarrolladas en diferentes trabajos, desmintiendo las críticas, Aphex domina tanto el formato digital como el análogo. En esta obra todo el trabajo es análogo. Por eso la sensación “en bruto” y la estática que puedes oír con atención ante la falta de filtros digitales.

Cheetha EP, para decirlo pronto, es una artesanía en el más alto sentido de la palabra. Una obra manufacturada por uno de los más geniales productores de nuestro tiempo , o tal vez, de toda la reciente historia de la electrónica.

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